Tengo la sana costumbre de leer todo lo que cae en mis manos de Gilles Lipovetsky. Lo último, un artículo sobre el lujo en la era hipermoderna en el que describe la moda actual como mucho menos dirigista que la de antaño. Y es que parece que se ha puesto de moda que formalmente no haya moda y que todo valga: lo largo, lo corto, lo ancho, lo estrecho, lo liso, lo rizado...
Pero, la gran paradoja está en que cuanto más se diversifica la moda, más uniforme es el modelo del cuerpo. Un cuerpo esbelto y consensuado mundialmente que solo se puede conseguir a base de novedosos y caros tratamientos de adelgazamiento, rejuvenecimiento, estética, tonificación, relajación, gimnasia...
Resulta acongojante pensar que cuando empezábamos a ser un poco más libres, viene la tiranía del cuerpo y nos pone firmes al grito de ¡Ar!... Prohibido envejecer.
Nacha Guevara - 71 años |
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