miércoles, 26 de septiembre de 2012

Por qué hacer las cosas importantes en primer lugar




Un viejo profesor fue contratado para dar una charla de una hora  sobre la planificación eficaz del tiempo a un grupo de importantes ejecutivos norteamericanos. De pie, frente a tan exclusiva audiencia, el profesor los miró uno por uno, atentamente, y dijo:

"Vamos a hacer un experimento".

De debajo de la mesa el profesor saco un tarro de vidrio de más de 4 litros que puso delicadamente en frente suyo.

Luego sacó alrededor de doce piedras tan grandes como pelotas de tenis y las depositó cuidadosamente, una por una dentro del gran tarro.

Cuando el recipiente se llenó hasta el borde y era imposible agregarle una sola piedra más, levantó lentamente los ojos hacia sus alumnos y les preguntó:

"¿Les parece que el tarro está lleno?"

Todos respondieron: "Sí."

Esperó unos segundos y agregó : "¿Están seguros?"

Entonces, se agachó de nuevo y sacó de debajo de la mesa un recipiente lleno de piedrecillas. Con mucho cuidado, fue metiendo las piedritas sobre las piedras grandes y sacudió ligeramente el tarro.

Las pequeñas piedras se infiltraron entre las grandes hasta el fondo del tarro.

El viejo profesor levantó nuevamente los ojos hacia su auditorio y volvió a preguntar:

"¿Les parece que el tarro está lleno?"

Esta vez sus brillantes alumnos comenzaron a entender sus intenciones.

Uno de ellos respondió: "¡Probablemente no!"

"Bien", respondió el viejo profesor.

Se agachó nuevamente y esta vez sacó de debajo de la mesa una bolsa de arena. Con mucho cuidado agregó la arena al tarro.

La arena rellenó los espacios existentes entre las piedras y las piedritas.

Una vez más, preguntó: "¿Les parece que el tarro está lleno?"

Esta vez sin pensarlo dos veces y en coro, los brillantes alumnos, respondieron:

"¡No!"

"¡Bien!", respondió el viejo profesor.

Y como se esperaban sus prestigiosos alumnos, el hombre cogió la botella de agua que estaba sobre la mesa y llenó el tarro hasta el tope.

El viejo profesor levantó entonces los ojos hacia su grupo y preguntó:

"¿Qué gran verdad nos demuestra esta experiencia?"

El más audaz de sus alumnos, reflexionando sobre el tema de la charla, respondió:

"Esto demuestra que incluso cuando creemos que nuestra agenda está completamente copada, si lo deseamos realmente, podemos agregar más citas, más cosas para hacer."

"No", respondió el viejo profesor.

"No es eso. La gran verdad que nos muestra esta experiencia, es la siguiente: Si uno no mete las piedras grandes primero en el tarro, jamás podría hacer entrar el resto después"

Hubo un gran silencio, en el que cada uno tomó conciencia de la evidencia de lo hablado.

El viejo profesor dijo entonces: "¿Cuáles son las piedras grandes en sus vidas?: ¿Su salud?, ¿Su familia?, ¿Sus amigos?, ¿Realizar sus sueños?, ¿Hacer lo que aman?, ¿Aprender?, ¿Defender una causa?, ¿Relajarse?....''

"Lo que hay que retener, es la importancia de meter esas PIEDRAS GRANDES en primer lugar en la vida''


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