martes, 11 de septiembre de 2012

El Pipero de mi barrio



Algunos de los mejores momentos que pase en de mi infancia y adolescencia, se los debo al los dueños del puesto de pipas de mi barrio. Y uno de los días más tristes fue cuando, sin previo aviso, aquellos entrañables Piperos no montarón su puesto. Aunque ya han pasado más de 30 años, cuando paso por dónde ellos se ponian, aun ¡les veo!. Este post es para ellos, mis queridos piperos.

Las monedas que gastábamos...
Los niños de esa época manejábamos nueve tipos de monedas. La de menos valor era la perra gorda que no pesaba nada y carecía de brillo. Después estaban los 10 céntimos que eran muy pequeños y livianos. Había dos modelos de moneda de 50 céntimos, una que no pesaba nada y otra más rara que tenia un agujerito en el centro y que nos encantaba. Una moneda difícil de tener era de las 2.5 Pesetas, igual de rubia que la Peseta pero más grande. Los chichones estaban premiados con una de 50 Pesetas bien prieta. Y, a mi, el Ratón Pérez me traía una enorme moneda 100 Pesetas por muela y una de 50 Pesetas por diente.


Los productos que comprábamos...
Los chicles Bazoka eran redondos y estaban compuestos por 3 capas que facilitaban la partición. Eran solo de fresa, muy rosas y solían estar bastante duros. Para mi que eran una mala-copia del mucho más apreciado Bazooka, con dos 'oes'.
El Bazooka, con dos 'oes', era un chicle más grande y sabroso. Los había de dos sabores y traían unos cromos satinados con las historias de Bazooka Joe y su pandilla. Había hasta un Club, El Bazooka Joe ¡¡Marketing de Pipero!!
Los Niña, solo para niñas, llevaban cromos de moda para coleccionar, otra de nuestras grandes aficiones, que ibas pegando en un album de figurines. Todo era muy rosa y sola había de sabor a fresa muy dulce.
Los Cheiw eran algo así como el Louis Vuitton de los chicles.  Fueron los pioneros en lanzar el paquete de cinco chicles a Cinco Pesetas e innovar con nuevos sabores: menta, fresa, fresa ácida y clorofila.
Había muchas marcas de pipas y tamaños de bolsas: Paquete de 1 Peseta, de 2.5 Pesetas y de 5 Pesetas.  La comercialización de las pipas era similar a la de las gaseosas, en cada zona se consumía una marca. Estaban las Facundo con su imperecedero 'Y dijo el toro al morir ... siento dejar este mundo sin probar pipas facundo', las Arias con su bolsita amarilla, las Churruca, Las Carancha, etc.
Dentro del los regaliz estaba el Palolu uno de los productos con más solera y del Puesto. El regaliz Duro negro, fuerte y bastante sucio de comer. La versión más artificial era el regaliz Blando rojo o negro y en tiras o enrollado a modo de serpentina con una pastillita amarilla en el centro. Otra exquisita variedad era el Supositorio, regaliz negro duro cubierto de azucar teñida de diferentes colores.
Los caramelos Saci eran un best seller. Con sabor a menta 'fuerte' eran rectangulares y muy pequeñitos y yo los llegue a comprar a 10 céntimos la unidad.  Había otros riquísimos de nata   igual de pequeños que el Saci pero con un envoltorio algo mas sofisticado que se llamaban Snipe.
Las deliciosas y dulcísimas Pastillas de Leche de Burra que se vendían a la unidad. Las había de dos tamaños y precios. 
Cigarrillos de chocolate fino que se vendían a la unidad.
Los había de todas las marcas y llegábamos a comernos hasta el papel.
Los Anisitos venían presentados en atractivos envases y, ¡¡desteñían!!
Los Sobres Sorpresa contenían muñecos de plástico. Los había de niños y de niñas aunque había más variedad para estos últimos: Indios y Vaqueros o Soldados de varias épocas.

Y hay una rumba de los del Rio que dice...
Caramelos, pipas, avellanas
cigarrillos sueltos, chocolatinas, garrapiñadas
voy pregonando toda la semana

Y, colorin colorado, estos recuerdos no se han acabado...

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